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miércoles, 14 de septiembre de 2011

Tres casos de crisis corporativa

¿Qué pensarías si de repente lees en un foro que una maca de cosméticos en la que confiabas practica con animales en peligro de extinción? ¿O lees un comentario en una red social que dice que tu banco está al borde de la quiebra y va a cobrar más comisiones a sus clientes para evitarlo?


Los rumores falsos o ciertos se extienden muy deprisa, y no siempre pueden ser controlados por las marcas. Cualquier rumor recorre la red rápidamente. Esto supone un estado de crisis corporativa.


- Hace un tiempo Nestlé sufrió una crisis de imagen a causa de unos rumores que denunciaban la utilización de aceite de Palma procedente de Indonesia para fabricar sus productos, incumpliendo así las leyes del país asiático, que prohíben esta práctica para no estropear el hábitat de los animales que se encuentran allí.  
Nestlé ignoró el problema y los rumores, eliminando de sus redes sociales los comentarios que le acusaban, obligando a youtube a eliminar vídeos, etc. 
Es decir, no asumió su error ni quiso conversar con sus clientes, lo que cabreó mucho más a los usuarios. 


- En otra ocasión Coca-cola sufrió una crisis de confianza cuando varias personas sufrieron intoxicación por beber directamente de las latas de este refresco en Bélgica.  Coca-cola rápidamente retiró del mercado miles de latas, perdiendo cifras enormes de dinero, pero evitó perder la confianza de sus clientes.


- Otro ejemplo de crisis corporativa es la de Spanair, que renovó su imagen corporativa tras el trágico accidente del avión en Barajas. 
Después del accidente la marca de Spanair se vio muy afectada, y la compañía decidió cambiar la imagen intentando transmitir calidad, seguridad y seriedad.
El logotipo anterior recordaba a los clientes unos hechos horribles, que Spanair ha querido dejar a tras, empezando una nueva etapa llena de mejoras.
Estos cambios los hicieron con ayuda de todos los empleados de la compañía, que votaron entre dos propuestas definitivas cuál era el más adecuado.

En mi opinión, si se ha cometido un error, admitir la culpa, dar explicaciones y pedir perdón es la mejor manera de salir de una crisis corporativa.  Si un rumor o un error no es culpa de la empresa, se tendrá que demostrar de una forma creíble. 

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