¿Tendría tanto éxito el FIB (Festival Internacional de Benicàssim) sin su marca? ¿o su marca ha sido creada por el éxito de participación?
Sea por el motivo que sea, una marca hace que un evento perdure en el tiempo, incluso tiempo después de su clausura.
Es el caso del LOVE PARADE, un festival de música que quedará en el recuerdo de muchos, tanto si han estado en alguna edición como si no. Tiempo después de que la organización anunciara que nunca más se volvería a repetir, todavía tenemos en nuestra mente lo que significaba este festival.
Otros festivales crecen y se van haciendo un hueco en el público, dentro y fuera de España, como es el caso de Rock in Rio o el Sonar de Barcelona.
Todos estos festivales tienen sus formas de comunicación. En muchas ocasiones lo hacen a través de otras marcas relacionadas con la música o dirigidas a público joven. Durante varios años Heineken fue patrocinador del FIB, que al mismo tiempo promocionaba el festival. La marca Heineken daba nombre a uno de los escenarios más importantes del FIB, "escenario verde", haciendo referencia a su slogan "piensa en verde".
¿Pero cómo se hace famoso un festival? ¿Depende sólo de tener un buen cartel? Para que un festival tenga su público, primero deberá darse a conocer.
Alguna de las claves para que la organización consiga que el festival tenga éxito a lo largo de los años, desde mi punto de vista, pueden ser:
- Un buen gabinete de prensa que se ocupe de que los medios de comunicación tengan entre sus titulares las últimas novedades del festival. También es importante que el festival aparezca en las webs más importantes y relevantes en el mundo de música.
- Patrocinadores que tengan un público objetivo similar al que se quiere tener en el festival.
- Una programación que ofrezca al público más que música, ampliando la oferta de ocio.
- Evidentemente, es importante hacer una buena campaña de publicidad, pero no siempre hay presupuesto para esto, por eso, hay que valorar los tres puntos anteriores.
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