Las empresas bombardean a sus bases de datos con mails informativos o corporativos constantemente, pero ¿qué pensamos cuando somos nosotros el objetivo de este tipo de mails? Lo normal es ignorarlo, borrarlo o dirigirlo directamente a spam.
Las empresas compran bases de datos a otras empresas, y utilizan sus correos electrónicos para las acciones de mailing, pero ¿es ésto útil? Si no existe un vínculo previo entre las empresas y las personas, dicha información será desprestigiada, porque no es deseada.
Creo que lo más adecuado es que cada empresa busque su camino para crearse una base de datos de forma legal, en la que el usuario haya tenido un contacto directo con la empresa, y haya firmado el consentimiento para que sus datos sean utilizados.
De esta forma, la información será bien recibida y apreciada por el usuario.
La base de datos puede crearse a través de la lista de clientes que ya conocen a la empresa, o se puede crear a través de alguna acción concreta como concursos, eventos, promociones puntuales, etc.
Además, se tendrá que dar de alta el documento en la Agencia Española de Protección de Datos.
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