Uno de los primeros ejemplos es el anuncio de Coca-Cola "Estás aquí para ser feliz", en el año 2009:
Tras este fantástico trabajo, otras muchas marcas han apelado a la emoción para llamar la atención de su público objetivo.
Uno de los ejemplos claros es el de Danone, que en 2013 ha lanzado una campaña sentimental y muy tierna.
Este anuncio tuvo muchas críticas, tanto buenas como malas, consiguiendo mucha repercusión en medios masivos y redes sociales.
Son tres ejemplos de que la emoción y los sentimientos son un buen reclamo publicitario, y por lo visto, funciona.
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